Bryan Adams puso patas arriba Barcelona, volvió a meterse al respetable en el bolsillo con un sensacional concierto que cerraba su esperadísima gira española y que le ha llevado a recorrer los cielos de Granada, Madrid y Bilbao, cuatro grandes ciudades que han disfrutado del privilegio de saborear las ondas del refrescante y memorable “Get Up Tour”. Siete años, nada menos, en los que Bryan no pisaba el suelo de Barcelona, que no así tierra catalana, puesto que en verano del 2014 era cabeza de cartel dentro del bello marco del emblemático festival de Cap Roig, ofreciendo por aquél entonces un sublime acústico de sus piezas más características dentro del “Bare Bones Tour”. Pero al igual que sus anteriores visitas a la ciudad, ha vuelto a demostrar que el rock no está muerto, volcando ante sus fervientes seguidores toda una batería inacabable de nostalgia, éxitos y composiciones nuevas.
El pasado sábado 30 de enero Barcelona dio oficialmente el pistoletazo de salida para los grandes conciertos de este 2016, y para empezar con energía el Palau Sant Jordi ha subido el telón para presenciar un concierto apoteósico, donde el roquero canadiense Bryan Adams ha dado toda una clase magistral, ya no solo de entrega, energía y de rock envolvente ante el fervor de los 8000 espectadores que se han congregado en la montaña mágica de Montjuic, sino de igual modo por su arrebatadora empatía, cordialidad, comunicación y simpatía. Adams ha gustado y se ha gustado. La excusa de esta nueva gira no le puede estar saliendo mejor. La presentación de su “Get Up”, su decimotercer disco, con temas de clara reminiscencia a los 50 y 60 están agrandando con méritos propios su leyenda de rockero y galán de la música
Sin grandes alardes pirotécnicos sobre el escenario, arropado por su banda, con un proyector, dos pantallas y un buen sonido, todo de manera efectiva, sencilla y cercana nos ha arrastrado a lo largo de dos intensas horas, extraordinarias, a un mundo lleno de nostálgicos acordes, de ritmos actuales y música frenética logrando moldear ese estado de esencia y magia que solo unos pocos privilegiados son capaces de arrastrar al público en un directo, capaces de transportarnos de manera rápida a sus melodías y letras, imprimiendo derroche, pasión, garra y que como solo estos pocos artistas, donde se encuentra el de Ontario, saben enherbolar el júbilo del respetado.
Bryan bien elegante, todo trajeado, con americana y camisa en blanco, dejó claro desde el inicio lo que venía hacer en la ciudad Condal, imprimiéndole un ritmo frenético al arranque del Show con “Do What You Gotta Do”, uno de los temas de su último trabajo para enlazarla con el furor noventero de “Can´t Stop This Thing We Started”, “ She´s Only Happy When She´s Dancing” y “ Run To You” toda una declaración de intenciones a sus fans más acérrimos de que lo que se les venía encima era grande y especialmente servido en bandeja de plata solo para ellos. De una tacada nos regaló temazos de su disco emblema “Reckless”, donde las baladas almibaradas y los medios tempos se acoplaban como anillo al dedo en los oídos de cada espectador. El Palau enmudeció con los teléfonos al viento iluminados al son de “Heaven”, sacó su lado más jovial y gamberro con los riff de guitarra de “Kids Wanna Rock”,” It´s Only Love”, y la indispensable y precisa de “Summer Of 69”, todas ellas coreadas y jadeadas a rabiar por sus fans con las manos al viento, todo un viaje demoledor al pasado. De su último disco solo interpretó cuatro piezas: “Do what you gotta do”, “Go down rockin’’, “Brand new day” y “You belong to me”, esta última sin duda la más coreada de todas ellas, contagiados por su compás desenfadado y alegre más cerca de los años cincuenta que del siglo XXI, todo un lujo.
A lo largo de la noche no podían dejar de sonar tres de los himnos más representativos y melosos de todos los tiempos, que han salido de las butacas de los cines, la emblemática “Have you ever really Loved A Woman” de Don juan de Marco, las aventuras del corcel Spirit en “Here I am” y la contundente y eterna balada “Everything I Do” tema central del Robin Hood de Kevin Costner desatando la locura de todo el Palau Sant Jordi.
El frenesí de la multitud permitió que Bryan se hallará en su salsa, regalando al público barcelonés un par de canciones acústicas “When You´re Gone” y “She Knows Me” dándoles otra vida y vibra a sendas melodías. El canadiense, consciente de la importancia de involucrar al respetable en todo show que se precie, rebusco entre el público algún acompañamiento femenino, para caldear la sensual y envolvente “If Ya Wanna Be Bad Ya Gotta Be Good”, y encontró en Cristina, la cómplice necesaria para recrear todos unos movimientos visuales a golpes de cadera, haciendo de la velada “una noche para recordar”.
La batería de éxitos no decaía, “Somebody”, “Cuts Like A Knife”, “18 Til I Die” y el rock’n’roll más clásico versionando a Eddie Cochran y su “C’mon Everybody”, sirvió de puente de unión para dar paso a la parte final de la función, algo más recogido, familiar, próximo, en formato acústico con la imperecedera ‘Straight From The Heart’ y un ‘All For Love’, nuevamente con los teléfonos al viento como si de mosqueteros modernos nos tratáramos, iluminando por completo todo el recinto, mientras la gran estrella iluminaba con luz propia el escenario y el corazón de las 8000 personas que se acercaron a Montjuic.
Al leerte he tenido la sensación de estar en medio de todo el bullicio escuchando a Bryan Adams, increíble como te expresas y como nos llevas con tus palabras a vivir la experiencia. !Felicidades!
Hola Lorena, gracias por estar ahí. Me alegra que la vibra, magia y garra del concierto la presientas en el artículo pues fue un concierto inigualable lleno de momentos, de números uno y de mucha profesionalidad. Te recomiendo que no faltes en una futura cita con nuestro cantante canadiense.
Muero de rabia por no haber podido ser una “mosquetera más”☺️… Pero mil gracias por compartir estos temazos
Gracias a ti, Cris. Por suerte siempre nos quedan los Cd´s y poder escucharle en el coche, en el hogar las veces que deseemos y poder sentirnos un mosquetero más con capa y espada todas las veces que queramos.
Enhorabuena por la expresión y gracias por compartir con gusto emoción en fondo y forma…intensidad, sensaciones,información y vida. Un placer leerte….gracias!
Susana , muchas gracias me vas a sonrojar, solo hago lo que se me pide dejando fluir todos los sentidos para acercarlo lo más objetivamente posible al lector.