Quentin Tarantino y sus “Odiosos Ocho”

Ocho es el símbolo del poder, de la habilidad, de la ambición y la audacia. EL ocho es un número mágico, con figura voluptuosa, esbelta y que cinematográficamente ha nutrido muchos films a lo largo de su historia, si paramos a pensar un par de segundos nos vienen enseguida a la mente la claustrofóbica “Alíen, El Octavo Pasajero”, la comedia española de “Ocho Apellidos Vascos” y la exquisitez italiana de “Ocho y Medio” de Fellini. Ahora se suma a esta lista la fría “Los Ocho Odiosos” del enfant terrible de Hollywood Quentin Tarantino.

Que decir de Tarantino que no se haya dicho ya a lo largo de los años, desde su gran irrupción en la magnífica “Reservoir Dogs”, pasando por la relevante “Django Desencadenado”. Y es que si en algo todos estamos de acuerdo es en su talento. Que si gran contador de historias (que lo es), que si gran guionista (que lo es), que si violento (que lo es), que si posee una gran perspicacia… Un director que ha logrado levantar expectativas a cada film que estrena, y que no podía ser menos para su octavo trabajo, a tan sólo dos para su recién anunciada retirada de la dirección.

Soy un gran admirador de algunos de los films de Tarantino “Reservoir Dogs”, “Pulp Fiction”, “Django Desencadenado” pero he de reconocer que no soy un fan devoto de toda su filmografía, aunque estoy de acuerdo que es un personaje con un talento innato, singular, insólito, extravagante. Esta vez me he dejado arrastrar hasta el cine más cercano de casa por las buenas críticas vertidas en el filme por la gente que había tenido la ocasión de haberla visto y por el buen sabor de boca que me dejó su anterior trabajo pero….o ellos son muy fans que defienden a destajo todo lo que realiza el director nacido en Knoxville, o mis expectativas han sido tan altas que no han colmado del todo mis esperanzas. Una buena película, si, con momentos brillantes, si, que atrapa, si… pero que no desbanca a ninguna de sus predecesoras. El conjunto está descompensado, una primera parte que trascurre en las nevadas montañas donde hay fragmentos que se alargan hasta más no poder sin aportar información relevante a la historia y otros en los que el guion, la verborrea, el ritmo brilla con luz propia bajo el calor de la hoguera de la cabaña del refugio donde el entretenimiento se apodera de ella.

La película impecable en la ejecución, tiene una muy bella factura, cuidada en todas sus partes, con una espléndida fotografía que nos adentra de lleno en las frías y heladas cordilleras donde transcurre la acción. Unos diálogos por momentos abrumadores que harán las delicias de espectador, divertidas, llenas de ironía, de sátira. Y un reparto de primer nivel en el que cada uno borda magistralmente su trabajo, a destacar Kurt Russell, Demian Bichir, Samuel L. Jackson (inmenso) y Tim Roth.

Quentin siempre se ha caracterizado por tomar prestados estilos y mezclarlos con gran originalidad y gracia, creando una estética “Made in Tarantino”, bien distintivo, reconvertida en cultura pop. En esta ocasión, además de nutrirse de sus westerns favoritos, que pueden verse en ciertas imágenes puntuales, como la sensacional entrada al son de la música de Ennio Morricone, pilla prestadas ideas que nos trasladan a films como “El gran silencio”, “La diligencia”, “Cayo Largo”, o “La Cosa. “Los Ocho Odiosos” también, corretea y hace un amasijo por diversos films realizados por el controvertido realizador, auto homenajeándose a sí mismo e indirectamente a la chispa de Fellini. El espectador advertirá guiños, reseñas y escenas ya vistas con anterioridad en sus anteriores trabajos. Al mismo tiempo que se desliza a su manera y sutilmente por la obra literaria de Agatha Christie “Los 10 Negritos” pero sin la tensión, fervor y misterio que la gran autora inglesa nos regaló en su día, pero que bien le vale como excusa para narrar y crear un clima añejo dentro de la caldeada vieja cabaña a este trabajo del director de “Pulp Fiction”.

Pero…Y es que siempre hay un pero… ¿Hasta cuándo vamos a reírle las gracias a Tarantino? ¿Hasta qué punto es Tarantino, y hasta qué punto es rehén de su público que le exige, película tras película, que nos brindé lo que sabemos que hace siempre tan bien, que no le deja crecer? Si a un músico se le tacha de poco original, de repetitivo, de no madurar, por no salirse de su línea, por no atreverse a cambiar de estilo, por no arriesgar, porqué al gran Quentin no se le juzga de la misma manera? Por muy buenos que sean unos diálogos, por muy bien realizada que esté, por mucha violencia, uno que está sentado en la butaca, comiendo sus palomitas acabará salpicado y manchado de sangre en esas orgías de violencia explícita que tanto le gustan a él hasta llegar a la catarsis demoledora.
8 personas todas ellas bien odiosas te esperan a buena temperatura dentro de la cabaña ¿TE ATREVES A REFUGIARTE EN LA CABAÑA DE LA MONTAÑA O PREFIERES QUEDARTE FUERA CONGELANDOTE DE FRIO? Si entras, ten claro una cosa. DESCONFÍA DE TODOS.