Quien roba a un ladrón…tiene “100 años de perdón”

Quien roba a un ladrón…tiene 100 años de perdón. Eso es lo que siempre han querido hacernos creer los más espabilados del lugar para que sus conciencias queden impunes, tranquilas y serenas. El género de robos, y atracos es un manjar demasiado tentador y suculento para que el séptimo arte no hubiera querido cada cierto “x” tiempo meter cucharada y llevar las más tensas y atrayentes tramas en el complejo empaque del sector cinematográfico. Las hemos saboreado de todos los tipos y clases, pequeñas y grandes, dulces y empalagosas. Ahí tenemos “La huida”, “Plan Oculto”, “Le llaman Bodhi”, o “El gran golpe” para abrir boca.
El director español Daniel Calparsoro, de irregular trayectoria pero con gran olfato comercial, busca darle un nuevo enfoque al género, proporcionándole un nuevo rumbo al tema de los atracos bancarios, trasladándonos con buen pulso y de manera efectiva a la mediterránea ciudad de Valencia, ciudad de gran actualidad por los últimos escándalos políticos y económicos que semana tras semana abren los noticiarios del país. El realizador narra con poderosa firmeza y garra en poco menos de dos horas de metraje una trama aparentemente sencilla pero con un complejo trasfondo político y social que mantiene viva en todo momento la atención del espectador sin pestañear ni un solo momento.

“Cien años de perdón”, nos muestra el vuelco que pueden dar las situaciones a causa del más mínimo e inoportuno contratiempo, dejando al descubierto toda una mala planificación para acometer el golpe. La disparidad de opiniones, recelos, desconfianzas y veredictos encienden una peligrosa mecha donde deja al descubierto todo un incendio pirotécnico de tensiones entre los líderes del grupo (de lo mejor del film, el tirante duelo interpretativo entre “El Uruguayo” y “El Gallego”) provocando un giro en el devenir de la historia, proporcionando al espectador ver todo un esperpéntico juego por huir de la encerrona en una misión en la que no todo es lo que parece y no todo va a salir como todos desean.

Daniel Calparsoso busca resarcirse de su discreto intento de españolizar el exitoso producto fastfood americano “Fast and Furious” en la infumable y palomitera, “Combustible”. Y el envite cabe decir que lo ha ganado, obteniendo su obra más redonda y madura, cumple con el acometido de robarnos la atención, demostrando nuevamente su dominio del cine comercial bajo la influencia del llamado cine “Made in USA”, donde nos brinda un sobrio y trepidante thriller en el que aúna acción, suspicacias, robos, política, mentira, tensión, complots, titubeos y corrupción a partir de un guión firmado por Jorge Guerrica Echevarria, responsable de la sobresaliente “Celda 211”.
Para la ocasión, el director barcelonés se ha rodeado de un bloque de lo más cualificado, con Luis Tosar al frente del equipo, uno de los actores del star-system español más demandados y con más gancho comercial de nuestro país ( ahora que Javier Bardem está más pendiente de pasear su talento por el cine internacional), película que presenta, película que se cuela directamente entre las más taquilleras de la temporada “ Celda 211”, “ Mientras duermes” o “El desconocido“ así lo atestiguan. Él es pieza angular, pero no la única, alrededor de su figura se ha reclutado todo una unidad de primera para conseguir dar el gran golpe en la cartelera de las salas de todo el territorio español, para saquear y saciar el deleite de los espectadores más ansiosos con la estimable ayuda de Rodrigo de la Serna, Raúl Arévalo, José Coronado y Patricia Vico.
¿Te vas a quedar fuera de tan agitada misión? Recuerda quien roba a un ladrón tiene…“Cien años de perdón”