Rosa Ramírez, una artista que lleva más de quince años manipulando el hilo de hierro con la misma ilusión del principio y auténtica pasión. Lo mezcla con otros materiales, como el papel, las cuerdas, tejidos, puntillas, cristales… todo lo que pueda usar para crear y transformar objetos es bienvenido, cada elemento y cada pieza se convierten en un lienzo en blanco que inspira sentimientos, retos, ganas y motiva a esta creadora para inventar e imaginar lo que después será una realidad, sin importar el tiempo que tarde en realizar la obra.
Durante los dieciocho años en los que vivió en Francia, se enriqueció de sus gentes con sus costumbres, cultura, y su “savoir faire”, disfrutando con sus diseñadores de alta costura, sensaciones “par millares”. Hace dieciséis, años llegó a Barcelona y hace más de catorce que descubrió a Patricia en su taller de diseño y decoración. Con ella aprendió a exteriorizar lo que llevaba y lleva dentro, sin miedos ni complejos, a ser perseverante y sobre todo a creer en ella misma. El resultado de todo ello y de estos años de trayectoria son una mujer apasionada, feliz y citando son propias palabras “humildemente única”.
Nuestra colaboradora, Isabel, nos informó y convocó para que pudiéramos disfrutar de la exposición, en la que conocimos el trabajo de Rosa. Sus piezas son únicas, están todas hechas a mano y la sensibilidad las caracteriza. Lámparas hechas en crochet, utilizando diversos materiales, libélulas, varitas y bisutería muy especiales, sillas que adquieren una nueva imagen y con ella una nueva vida, candelabros, piezas de fantasía infantiles, una colección de colgantes decó que se llama “Flamenco Vintage” muy singular…