No hay duda de que el terciopelo es el material “du jour”. Velvet es una palabra que desde siempre se asocia con la moda invernal, a la luminosidad, a la sofisticación, lo ultra femenino y el lujo.
Este año el terciopelo es uno de los grandes protagonistas de la temporada de invierno, para las que, como yo, nunca habéis podido vivir sin el, estuviera o no de moda, y pensar que vamos a poder deleitarnos con mil y una propuestas, supone un irrefrenable entusiasmo, sobre todo porque es un tejido, cuyas raíces se remontan a las realezas y aristocracias del mundo entero, y cuyo sabor retro se adapta a todo tipo de prendas, vestidos, chaquetas, abrigos, pantalones, faldas, monos y por supuesto accesorios como zapatos, bolsos y cinturones; un super trend de esta temporada otoño-invierno que ya está aquí.
El terciopelo es una especie de passepartout ideal en cualquier objeto de moda, es cálido y muy elegante. Combina muy bien con otros tejidos, sobre todo si lisos, que dejan en primer plano su estructura natural.
Abriga y puede ser muy ligero a la vez. La versatilidad del terciopelo es un punto importante a tener en cuenta, lo podemos llevar para darle movimiento e interés a un outfit cualquiera, y hará que todas las miradas se dirijan hacia ti. Es cierto que no es fácil mezclarlo y combinarlo, pues podemos caer en el error de hacer más “pesado” cualquier look, pero si lo hacemos con cuidado, escogiendo bien, lograremos el efecto deseado, tanto de día como de noche. Es un tejido para todas las ocasiones, más o menos formales: de día optaremos más por la pana y de noche por el terciopelo, pero no necesariamente… ¡No hay que tener miedo! Pero no olvides esta regla de oro: con el terciopelo no puedes exagerar a no ser que sea para llevarlo de noche y de forma muy elegante, para cualquier otro momento, recuerda que una sola prenda o accesorio, resolverá cualquier look y le dará el toque especial que buscas.
