AD ASTRA: Hacia las estrellas

AD ASTRA: rumbo hacia las estrellas.

Si hay algo que siempre nos ha generado gran curiosidad a la humanidad, no es otra cosa que la de intentar averiguar lo que hay o deja de haber en la oscuridad del espacio exterior. Sus misterios, más allá de las constelaciones, del polvo interestelar y los planetas.
Miles y miles de teorías se han escrito y se seguirán escribiendo a lo largo de la historia sobre lo que se esconde ahí fuera, para así construir o reconstruir según convenga parte del sentido del Universo y de nuestra propia existencia.
¿Es posible encontrar vida extraterrestre en algún otro planeta? ¿Se puede crear una colonia en la luna? ¿Hasta dónde puede llegar la ambición del ser humano para colonizar otros planetas? Temas que directa o indirectamente James Grey aporta con su película Ad Astra.

En los últimos años la irrupción de la alta tecnología y de los efectos especiales en el séptimo arte han propiciado una gran avalancha de películas, que más allá de narrarnos una trama envolvente como tema principal, que también, lo que buscan en realidad es plasmar el espacio como absoluto y único gran protagonista de todas las odiseas. Recreando lo más fielmente posible la luna, Saturno, Marte… lo demás no deja de ser piezas secundarias importantes en el tablero de Hollywood, para obtener el mayor puzzle posible con el mejor envoltorio dentro del Show Business actual.
Sus historias en gran parte llenas de épica nos han hecho cruzar el espacio sideral a la velocidad de la luz, de pasar cerca de meteoritos y de perdernos por planetas que nunca , a buen seguro podremos visualizar in situ. Y gracias a directores con la valentía de Alfonso Cuarón, Duncan Jones o el propio James Grey nos regalan, de tanto en tanto, billete en primera clase para maravillarnos de semejante trayecto; `Gravity´, `Interstellar´, `Moon´, `Marte´ o `First Man´. Atrás queda ya en el tiempo `2001´, hasta hace bien poco junto a `Solaris´, los grandes exponentes mundiales del género de la ciencia ficción espacial.
Ad Astra relata la odisea por la que tiene que pasar el astronauta Roy McBride ( Brad Pitt) para intentar localizar a su padre por el ancho y largo sistema solar. Una trama aparentemente sencilla pero con una serie de ingredientes que nos harán acercar a la frialdad del personaje y sus traumas personales.
A pesar de su espectacularidad y de contar con la presencia de la figura de un sólido Brad Pitt, no se debe caer en el error de querer comparar Ad Astra con alguna otra cinta de temática similar. Ni caer en la tentación de pensar que puede estar cerca de las premisas de la saga `Star Wars´ u otros blockbusters que llevan consigo el cliché de contar con un ritmo frenético. Porque de ser así nos llevaremos una severa decepción y no la disfrutaremos como realmente lo merece. Ad Astra es mucho más, no deja de ser un film introspectivo, ambiciosa, con una atmósfera vacía de acción para llevarnos bordeando gravitatoriamente por las inquietudes, por las incertidumbres psicológicas de nuestro protagonista, ocasionadas por el trauma de la pérdida a temprana edad de la figura del padre.
Ad Astra es una película de una alta calidad incontestable en todo su concepto. Elegante, íntima e nítida que nos lleva como bien dice la leyenda del título `más allá de las estrellas´.
El sello intimista de James Grey está patente a lo largo de las dos horas de metraje; lento, pausado pero sin perder en ningún momento el tono sensorial y cósmico que se pretende recrear. Una atmósfera melancólica que nos arrastra a un abismo de extrema y angustiosa soledad, dejándonos desnudos ante la inmensa galaxia, ante la vulnerabilidad de la mente y ante las posibles creencias científicas, personales y religiosas. Cuestionando todo lo que previamente uno podía creer poseer o saber.
Ad Astra no deja de ser un viaje a la Ítaca de Ulises. Un viaje no solamente espacial, sino de crecimiento espiritual, lejos, bien lejos de la tierra, tan lejos como Neptuno.
El tono decaído, frío, que nos narra el protagonista imprime esa idea de incomunicación, de soledad que se respira a lo largo del largometraje.
¿Acaso crees que debe haber algo más angustioso que sentirse aislado durante semanas, meses o años por el espacio sideral?.
Enfúndate el traje. Cada día en las pantallas de todo el país hay un vuelo disponible para ti. ¿Estás preparado?

 

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