Los simios toman desde el 12 de julio las salas de cine, en busca de arrebatar el control de las ciudades más importantes del mundo para prepararse ante la inminente batalla final contra los humanos. La tercera parte de la nueva trilogía del planeta de los simios (iniciada en el 2011), “La guerra del planeta de los simios” regresa este verano de manera contundente y épica con todo un blockbuster sólido y equilibrado.
Matt Reeves, nos transporta nuevamente a un planeta aterrado, sumergido en un profundo KO, donde la humanidad pierde autoridad ante la irrupción de un latente virus que ha alterado de forma prodigiosa la evolución de los primates. ¿El resultado? Logra alterar genéticamente las actitudes racionales inteligentes, convirtiéndoles en magnos estrategas para rebelarse ante la opresora sociedad humana.
El joven realizador norteamericano, futuro responsable de las nuevas aventuras de Batman, retoma la visión emotiva y animal que ya nos planteó en el 2014 con “el origen del planeta de los simios”. Una mirada de desesperación, rebeldía, y emotividad de nuestro ya carismático protagonista primate César y su círculo.
La ira, miedos y temores inundan el cuerpo de ambos bandos en el que también se trazará todo un abanico de emociones y sentimientos que se proyectarán en los instintos más primarios sacando a la luz los reflejos más violentos. En el que la venganza y la rabia serán las armas más peligrosas para dirimir el futuro del planeta y el devenir de ambas especies animales. A destacar los enfoques en primerísimos primeros planos a lo largo del metraje en el que se muestra todo el esplendor de sentimientos en la gesticulación de los simios.
Todo un espectáculo épico/bélico (con claras referencias a Apocalipsis Now) lleno de efectos especiales, que se humanizarán en gran parte por la majestuosa banda sonora compuesta por Michael Giacchino aportando alma y vibra a las destrezas, cóleras y arrebatos que se generan en el hábitat de nuestro amigo primate César.