Adiós a Leonard Cohen…
Leonard Cohen (1934 – 2016), cantautor, novelista y poeta de origen canadiense, ha prendido su maleta llena de palabras, llena de canciones y se ha marchado pausadamente para no volver a girar la vista atrás nunca más. Conjuntado con un elegante traje oscuro, con un estilizado sombrero para resguardarse del frío nos ha dicho adiós a la edad de 82 años dejando más huérfano al mundo de la música. Con esta pérdida nos hemos quedado sin una de las voces más reconocibles y conmovedoras del panorama internacional.
Artista a todos los niveles, amante de la literatura, donde escribió grandiosos escritos llenos de magnos poemas; Beautiful Lovers, Strangers Music entre otras publicaciones. Vehemente entusiasta por la música, aquella que le cedió poner, melodía, consonancia y sonido a todas las palabras que salían por su genuina, rota y enigmática voz en cada verso y en cada estrofa de sus emotivas obras.
Leonard será recordado por y para siempre como una de las leyendas de la música, como un maestro de la literatura en cualquier soporte que se tercie y en especial, por dejar su granito de arena en el complejo mundo de la música convirtiéndose en todo un visionario del rock.
El poeta canadiense nacido en Montreal recibió el cariño de público y crítica, generación tras generación, por lo que fue recompensando con multitud de reconocimientos a lo largo de su vida como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2011, (os recomiendo que escuchéis su emocionante discurso), varios Grammy que adornan su despacho y el Juno por su labor musical.
Cohen no se va sin despedirse, él nos ha dejado un último testamento: hace apenas un par de semanas salió a la luz una pequeña rodaja de su creatividad, dando forma a un singular disco “You Want It Darker”, donde deja entrever el estado anímico de sus días y en el que nos diserta sobre que no hemos de tenerle miedo a la muerte y que debemos estar preparado para recibirla, afrontando sin temor el ciclo de la vida.
En la mente y la videoteca de todos los amantes de la música nos deja todo un abanico de grandes canciones profundas, llenas de sentimiento garra y alma, de la talla de “Dance me to the end of love”, “First we take Manhattan”, “I´m your man”; difíciles de igualar por nadie. Con mención especial de “Hallelujah”, uno de los mayores himnos que jamás han tenido la historia de la música, así como la celebrada “Suzanne”.
”Un espíritu y un alma sin comparación”, que ahora vuela libre por el Universo, estremeciendo a las estrellas que le acompañan, descansa en paz poeta.