Como todos sabemos en otoño siempre notamos una mayor caída del cabello perdiendo así densidad capilar, pero a qué se debe esto?
Pues bien, existen varios factores que interfieren en la caída del cabello, en primer lugar hay que tener en cuenta que el crecimiento del cabello y su caída siguen un ritmo cíclico compuesto de tres fases: una primera fase llamada anágena (donde se forma el bulbo piloso), una segunda fase llamada catágena (donde el bulbo piloso se desprende de la papila, fase de transición) y finalmente una tercera fase llamada telógena (donde el folículo piloso se desprende totalmente).
La caída del cabello también se ve afectada por múltiples factores tanto intrínsecos como extrínsecos al propio paciente.
Factores que dependen del propio paciente pueden ser por ejemplo el estrés; como sabemos, en situaciones de mayor estrés (el hecho de dejar atrás el verano e incorporarse de nuevo a la vida cotidiana supone en muchas ocasiones un estrés) nuestro metabolismo se ve alterado y el crecimiento del cabello no iba a ser menos, así que un signo evidente de estrés suele ser la caída del cabello.
También hay que tener en cuenta que el hecho de llevar a cabo dietas muy estrictas puede interferir en el desarrollo del pelo, teniendo en cuenta que su estructura se compone de proteínas y está favorecido por la absorción de vitaminas liposolubles, el hecho de realizar dietas sin control médico potenciará la caída de éste.
Por otro lado tenemos otros factores que ya no dependerán íntegramente de uno mismo como puede ser el clima, los cambios estacionales y sobretodo las variaciones en la humedad y temperatura pueden repercutir y favorecer la caída del cabello.
Científicamente demostrado, tan sólo hay una serie de tratamiento médicos y farmacológicos que son capaces de frenar en cierto modo la caída así como favorecer la regeneración capilar.
Entre estos tratamientos cabe destacar el PRP capilar. El PRP capilar es un tratamiento médico, que se basa en la extracción de una pequeña muestra sanguínea del paciente que posteriormente será procesada para la posterior infiltración a lo largo de todo el cuero cabelludo, con la finalidad de potenciar la vascularización de toda la zona y con ello la nueva formación de folículos pilosos.
Hay que tener en cuenta que suelen ser necesarias una serie de sesiones; se suelen pautar una sesión mensual durante los primeros seis meses, aunque suele ser habitual notar resultados a partir de la 2ª o 3ª sesión.