Érase una vez, entre las majestuosas montañas del Himalaya, había un pequeño reino en el que lo más importante no era el dinero, era la felicidad. Aunque parezca el principio de un cuento para niños, no lo es. Este reino existe y se llama Bhutan.
En Bhutan la riqueza no se mide según el producto interior bruto, sino según su substituto butanés, la felicidad interior bruta. Este indicador basado en la filosofía budista mide la felicidad de los habitantes. El gobierno lo tiene en cuenta a la hora de crear políticas que aseguren el bienestar de la población, que desde su punto de vista es primordial.
Sólo por este motivo, Bhutan se merece una visita. Si además tenemos en cuenta su impresionante patrimonio cultural, sus espectaculares paisajes, la espiritualidad y la paz que allí se respiran y la infinidad de aventuras que ofrece, se convierte en un destino obligado.
Viaja con BRU & BRU a este país de cuento y vive una experiencia única en uno de los lugares más afortunados del planeta.