Abro mi correo y veo la invitación al próximo desfile y presentación de la nueva colección de Inmaculada Garcia: Hanami 2017, de inmediato miro la fecha y sonrío porque afortunadamente podré asistir.
Hace no tanto, tuve el placer de conocer personalmente a esta diseñadora, cuya carrera en el mundo de la moda empezó de muy jovencita, a los 16 años ya sabía que quería diseñar y tras convertirse en una excelente patronista, abrió su primera tienda con solo 21 años, especializada en trajes de fiesta, ceremonia y prêt a porter, para convertirse al poco tiempo en una de las diseñadoras más reconocidas de nuestra ciudad y de nuestro país; Sus colecciones se venden en más de 20 países, incluido Estados Unidos y se exponen en todas las ferias de renombre tanto nacionales como internacionales. Su empresa sigue fiel a los postulados artesanales y a mantener su, y hago eco de sus palabras, “sigo fiel a una filosofía de responsabilidad, en la labor que realizo, ya que hay cosas que solo pueden hacerse de forma artesanal”. Hemos visto a celebrities o influencers espectaculares con sus vestidos, paseando por las alfombras rojas y en certámenes tan importantes como los premios Goya. Pero seguramente, todo esto ya lo sabéis.
En estas cuatro líneas que quiero publicar un mensaje, (antes de que os informemos y hablemos sobre su nueva colección, que se presenta este miércoles), un mensaje, que quiere ser unicamente una celebración al mundo femenino. Un mensaje de admiración y respeto a la mujer que hay detrás de la creadora. Una mujer de 42 años, que ha demostrado a lo largo de su trayectoria profesional su buen hacer, su tenacidad, y su ilusión en un universo nada fácil, os lo aseguro.
La mujer que hay detrás de la diseñadora, es una mujer apasionada y fiel a si misma, que se atreve a introducir y experimentar con colores y tejidos, pensando que las novias son todas distintas y en que todas y cada una de ellas son “las musas” que la inspiran. Es la mujer que crea con la satisfacción que le da saber que ella y su inigualable equipo han contribuido a hacer un sueño realidad creando “el vestido” que ellas buscaban. Es la mujer que al margen de su capacidad creativa, alimenta su talento y se emociona trabajando con seriedad pero sin perder en ningún momento la alegría de crear. Es la mujer con la que estuve sentada y conversando una tarde, en su deliciosa tienda/showroom, rodeada de otras periodistas y blogueras, que me transmitió mucha autenticidad y un punto de timidez, la mujer que sin parecerse en nada fisicamente, me recordó a la gran Stevie Nicks , por su fuerza escondida, y me hizo revivir intensamente los 70´s y toda la iconografía folk de aquella época, que tanto me entusiasma y arrebata. Es la mujer que se sigue poniendo nerviosa antes del desfile…
Es… ¡Otra gran mujer!