Los 50, tanto si los recibimos con miedo o abrazamos con ilusión, son un hito importante.
En mi caso, tenía muchas ganas de cumplir 50, para mí significaban y significan por distintas razones algo que celebrar.
Los 50 son un momento clave en la vida de una mujer y más para una mujer de nuestros tiempos. Hay muchas más mujeres de las que imagináis que a esta edad empiezan nuevas vidas, forjan nuevas carreras y se reinventan a si mismas, lejos de ser invisibles. Tenemos la suerte de entrar en una nueva, inmensa etapa, que generaciones anteriores de mujeres no han tenido y por eso todavía le doy más valor.
Nuestros 50 son mejores. No tienes los miedos e inseguridades de los 20 o los 30… los miras con distancia, pero los entiendes, tampoco tienes el afán de gustar y la obsesión de la perfección que te parece algo sobrevalorado y una trampa en la que ya no caes. Tu sabiduría se acerca y alía “con las más mayores” con la ventaja de que tú todavía estás espléndida y de eso van a ir todas estas publicaciones y vídeos. Van a ser el reflejo de como he decidido vivir mi entrada en los 50 a nivel físico y estético y espero que al haceros partícipes de todo ello, pueda descubriros o ayudaros a mejorar vuestro aspecto e imagen.
Confieso que he sido una privilegiada gracias a mí genética, no me he cuidado prácticamente nada hasta hace muy poco y aun así entiendo que no puedo seguir viviendo de renta. Por eso, no nos engañemos, los milagros no existen y todas las mujeres de una edad se hacen cosas, aunque no quieran admitirlo. Se positivamente que niñas de 20 y 30 años visitan con regularidad centros de belleza y médicos estéticos para mejorar y/o corregir rasgos de su cara y de sus cuerpos que nos les gustan y a partir de los 40 muchas más; estar espléndida y frenar o corregir de forma sensata defectos y síntomas de una vejez que no está acorde con mi espíritu va a necesitar algo de ayuda. ¡Os lo quiero contar todo!
Entiendo que todo esto sin cultivar y desarrollar la parte mental, espiritual y cultural, sin ser tu misma y sin tener un buen corazón, no tiene sentido, porque esto es lo que te da la felicidad, pero nunca hay que descuidarse y ya que soy una experta en moda e imagen, defiendo que debemos potenciar nuestros puntos fuertes.
Me despido citando a un icono de personalidad y de elegancia, Audry Hepburn, que decía: “Las mujeres felices, son las más guapas”.
¡Nos vemos en la siguiente publicación!