Adiós Marie Fredriksson, mucho más que la voz de Roxette. El mundo de la música vuelve a estar de luto. La voz de toda una generación de adolescentes de mediados de los años 80 y de la década de los 90 se ha apagado. Marie Fredriksson, cantante del incombustible dúo sueco Roxette, falleció este pasado lunes 9 de diciembre, a la temprana edad de los 61 años, tras una ardua lucha contra el cáncer, dejando hoy en un silencio ensordecedor los pentagramas de muchos rincones del mundo.
Marie Fredriksson (Össjö, Suecia, 1958), se convirtió por derecho propio en una de las grandes voces del panorama europeo. Con los años se convirtió en todo un referente en la batalla contra la enfermedad que padecía, desde que a inicios de siglo XXI se le detectara un tumor cerebral, que le mantuvo fuera de los escenarios durante un largo periodo de tiempo. 17 años de incesante lucha.
Su garra, su talento y su voz, junto a su compañero de banda Per Gessle llevaron a Roxette a coronar las listas de éxitos de todas las emisoras de radio fórmulas y las listas de ventas en el mundo entero. Convirtiéndose en icono del éxito. Rompiendo moldes, hasta tal punto de plantar cara en popularidad a los todopoderosos, ABBA (la gran formación sueca), tanto a nivel de calidad como por la facilidad de componer éxitos musicales.
Desde la formación de Roxette en 1986 ganaron todo lo que se podía soñar, World Music Award, Grammys, BMI, discos de oro… Se convirtieron en el primer grupo no americano en grabar el acústico de la MTV y lo más importante: la bendición de los corazones de millones de incondicionales. El fervor y la maquinaría Roxette estaba servida con su estiloso pop/rock.
Su imagen rebelde, su energía, y esa dulzura a la hora de cantar les llevaron a tener su propio sello personal. Fácilmente reconocibles tanto por su look como por sus estribillos edulcorados.
¿Quién no recuerda las melodías de ‘Sleeping in my car’, ‘Listen to my heart’, ‘Spending my time’? ¿Quién no ha tarareado alguna vez ‘How do you do’, ‘Vulnerable’, ‘Stars’ o ‘Dangerous’? Notas que llegaban certeras al corazón y a nuestras gargantas.
Cerca de 80 millones de discos vendidos de ‘Look sharp!’, ‘Joyride’, ‘ Crash! Boom! Bang!’, ‘Tourism’, ‘Have a nice day ‘,’Room Service’ que ella iba alternando con la publicación en Suecia de puntuales discos en solitario.
El boom en los países hispano hablantes era tal que incluso llegaron a editar un disco en español de sus baladas… Como no podía ser de otra manera, cientos y cientos de estadios y de grandes pabellones colgaron el cartel de `sold out´ por todos los rincones del planeta. Provocando la fiebre sueca durante sus años dorados.
Su vitalidad le llevó a ganar en un primer momento cada uno de los encontronazos que iba poniéndole el cáncer por delante; pérdida auditiva, de visión, e incluso la incapacidad de leer.
Marie Fredriksson, nunca se rindió, tuvo la fuerza, el coraje y tenacidad de volver a recuperar progresivamente la voz para hacer lo que más quería; cantar. Y en cuanto se sintió fuerte, no lo dudó, quiso volver al estudio de grabación, su mejor antídoto para animarse, su vitamina, la mejor receta para su bienestar personal. El poder sentir la vibra de la música en primera persona, en primera fila, el sentir el calor de su gente, el amor de su público. Publicando tres discos paulatinamente desde el 2011: ‘Charm school’, ‘Travelling’ ( con sus respectivas giras) y ‘Good Karma´.
Dos momentos especialmente claves en su trayectoria profesional fueron la aparición del tema `The look´ en una de las series por aquel entonces del momento, `Los vigilantes de la playa´, captando de atención del espectador. Y por otro lado la irrupción de la incombustible e inolvidable ‘It must have been love’ en la banda sonora de la taquillera, ‘Pretty woman’. ¿Hubiera sido lo mismo sin la canción? No lo creo. Dos momentos que hicieron que saltasen de la tranquilidad de Suecia al vendaval fervor del mundo.
En el 2016 por recomendación médica se canceló la gira del 30 aniversario de la banda. Dejó la música aparcada para recuperarse y estar al lado de su marido, el también cantante Mikael Bolyos y sus dos hijos (Inez Josefin y Oscar Mikael). El pasado año no dudó en regalarnos sus memorias `Listen to my heart´, donde relata sus vivencias llena de luces y sombras (padre alcohólico, fallecimiento de su hermana), su lucha y sus triunfos.
Su compañero y amigo Per Gessle, se despedía con unas emocionadas palabras. “Era una música maravillosa, una cantante excepcional, una gran artista, gracias por agregar colores maravillosos a mis canciones en blanco y negro”.
Una fusión de colores que enamoró a más de uno cada vez que sonaba una de sus canciones por la radio. Desde Rockin´Chic quiero rendirle este pequeño homenaje. Descanse en paz.
