BMW es una de aquellas marcas que siempre me ha seducido… Y ser víctima de esa seducción, me ha ‘condenado’ a seguirla desde que casi tengo uso de razón, como otras muchas filosofías de marca que me han llevado a esta pasión por los coches.
Durante los últimos 30 años, he sido testigo de una transformación que también han sufrido otros fabricantes ‘premiums’, como el de abarcar todos los escalones de la industria: el de fabricar desde compactos, como el Mini y el serie 2, hasta berlinas rutilantes como el serie 7.
Entre medio, como complemento a sus series clásicas, la marca ha sabido jalonar nuevos modelos, como las fantásticas berlinas coupe, de la serie 4 y serie 6, sus híbridos de la serie ‘i’ – i3 e i8 – , los monovolúmenes de la serie 2, y por último los crossovers X6, X5, X4, X3 X1. De este último pienso hablar largo y tendido, ya que representa el pilar de un futuro muy próximo: la incursión de la marca en el campo de la tracción delantera.
El primer X1 nació sin mucho éxito, sin la suficiente capacidad de emocionar, dentro de mi modesta opinión. Y dentro de esta modesta opinión, son estos modelos son los que progresivamente se van haciendo con el favor del público, hasta convertirse en un ´must’ de la automoción. La vieja Europa no puede equiparse a los Estados Unidos y Canadá, primero por los precios del combustible y segundo, porque Europa no está preparada para mastodónticos modelos, que versión a versión, no paran de crecer en medidas, pero que, sin embargo son bendecidos en esos mercados allende los mares.
El X1 nace de la necesidad de conducir un coche familiar, lo suficientemente grande como para cargar la familia, y su equipaje. Pero lo suficientemente pequeño como para moverse en entornos urbanos de ciudades como Bruselas, Verona o Praga, así como lo suficientemente versátil y dinámico, como para ir a esquiar a Andorra o una excursión a los montes Tatra, sin perder motricidad….
En su segunda versión, BMW, reinventa el concepto que la marca llama SAV – Sport Activity Vehicle. Básicamente, nos viene a decir que hace muy suyo el concepto SUV y que no solo lo reinventa, sino que lo mejora para una escala más pequeña, idónea para los entornos antes mentados.
Uno de los puntos que han mejorado ostensiblemente es el diseño, ofreciendo una imagen muy poderosa, combinando un diseño muy atlético, con la ventaja de un tamaño exterior reducido. Esta renovada imagen deja claro que no solo es una imagen bonita, sino un coche práctico llamado a tener éxito dentro del segmento de los SUV Premium.
Otro de los puntos a favor del nuevo X1 es su espacio interior. La longitud del coche es más corta, pero sin embargo se beneficia de un espacio interior mucho más amplio que su antecesor: BMW aplica a partir de su arquitectura UKL, que comparte con el serie 2 ActiveTourer, y cuyo principio es el de un tracción delantera y motor transversal, a diferencia de los clásicos motores longitudinales y de tracción trasera.
Esta disposición del motor, combinada con el de una mayor anchura, favorece que el morro del coche sea mucho más corta, consiguiendo ese espacio interior que se jacta de ser superior incluso al del serie 5 – en función de sus múltiples configuraciones – , gracias a espacios para objetos en el piso y de un maletero de doble fondo. Este maletero es 85 litros más amplio que su predecesor, superando los 500 litros de capacidad en la versión actual.
Los 6 centímetros de mejora del piso interior, mejora el acceso al vehículo, beneficiándose de una posición más elevada del asiento del nuevo X1, sino que, además, permite una máxima visibilidad de la carretera y su entorno. Esa nueva disposición no deja de tener todo a la vista, facilitando el acceso a todos los mandos, siendo el BMW Head-Up Display un aliado fundamental en la conducción, ya que facilita sobremanera el concentrarse en la conducción. Sin levantar la vista de la carretera, evita absurdas distracciones ya que proyecta en el campo visual del limpiaparabrisas toda la información necesaria: la velocidad, la señalización de tráfico que se aproxima y como los datos básicos del navegador… En resumen, un potente socio en aras de la seguridad.
El iDrive, el mando rotatorio, y los mandos del climatizador, situados en una posición elevada, pone el remate a la hora de gobernar el coche con comodidad: en resumen, estamos ante un coche fácil, confortable y cómodo de conducir.
El interior ofrece una calidad de acabados muy superior, combinada con toques en aluminio mate, comparada con su predecesor hace olvidar la espartana presentación interior, que recae en gran parte, en los plásticos del interior del anterior modelo, de dudoso origen: no se oye un solo ruido de mal encaje en situaciones adversas. Ya no estamos ante una berlina elevada con dudosas aptitudes off-road, sino con un auténtico BMW con ADN propio de los modelos X ya conocidos, dispuestos a dar guerra a modelos como el Audi Q3.
Su tracción XDrive (también está disponible en tracción delantera), que actúa conjuntamente con el control de tracción y el control de descenso, capacita al coche para llegar a sitios verdaderamente inhóspitos, donde la arena o nieve cobra protagonismo. Sin embargo, no olvidemos que estamos conduciendo un SUV, y que los ángulos de ataque, ventral y salida no aconsejan al coche adentrarse en lugares complicados, sino que más bien, cabe evitarlos.
Sus motorizaciones ponen el acento en la economía de uso y la contención en la emisión de gases, además de aportar la ya conocida fórmula de éxito: eficiencia, dinamismo y placer de conducción.
La novedad en la gama de motores, radica en la introducción de motores tricilíndricos y cuatricilíndricos con tecnología Twin Power, tanto diesel como gasolina. El término Twin Power se refiere a la integración y sincronización de dos tecnologías: la regulación inteligente del árbol de levas, la distribución de las válvulas y la inyección directa, es la primera. Mientras que la segunda es el turbocompresor TwinScroll, aportando en conjunto un plus en materia de emisión de gases (un 17 % menos) y una eficiencia sin par.
El diésel tricilíndrico está asociado al modelo sDrive 16d, un motor 1.5 litros de 116 cv, desarrollando un par de 220 Nm, mientras que el modelo de gasolina, el sDrive 18i, recibe el 1.5 litros de 136 cv. Estas versiones están disponibles exclusivamente con tracción delantera.
El resto de la gama recibe motores de 4 cilindros, diesel y gasolina.
El primer escalón diesel, de dos litros, 150 cv y 330 Nm se materializa en el modelo X1 sDrive 18d / xDrive18d, y a diferencia de la gama tricilíndrica puede escogerse en tracción delantera (sDrive 18d) y tracción integral (xDrive 18d), mientras que el segundo escalón xDrive 20d estará disponible con el 2.0 de 190 cv y un par de 400 Nm. Este motor solo estará disponible en tracción integral, al igual que la motorización estrella en diesel, el xDrive 25d, asociado al motor dos litros de 231 cv y un par de 231 cv.
Los modelos de gasolina cuatro cilindros estarán representados, a la espera del xDrive 20i, por un único modelo, el xDrive 25i. Este modelo quedará asociado al dos litros de 231 cv, idéntica potencia que la versión diesel.
Las cajas de cambios disponibles serán la manual de 6 velocidades, y la nueva de 8 velocidades de convertidor de par, de orígen japonés Aisin, en función de la versión.
Así, pues… A disfrutar!
