Si en los últimos meses hay un tema recurrente es la pregunta esta es: ¿Qué tipo de coche es el próximo? Antes, la respuesta era sencilla, hacías cuatro números basados en el kilometraje anual, y la conclusión era, o gasolina, si no hacías muchos kilómetros, o diesel, si eres un traga-carreteras como yo.
Ahora, la decisión es bastante más complicada, ya que hay muchos intereses, y el más importante es el de la defensa del medio ambiente. La lucha la contaminación en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, se ha pasado de ser una necesidad a una controversia… Controversias aparte, ese nivel es normal legislar a nivel municipal, sobre todo en periodos de alta contaminación, y establecer normas sobre quién entra en las ciudades, basándose en las actuales etiquetas ambientales que ha repartido la Dirección General de Tránsito, y que otra polémica han ocasionado, por el doble rasero a la hora de conseguirlas… Pero, ese ya es otro debate.
Pero cuando el gobierno de un país, y provocando la confusión de los futuros compradores, solo hace que provocar que un sector que es primordial para nuestro país, se ponga patas arriba, e tema se complica. El ridículo político del que ha hecho gala el Gobierno del PSOE con su polémica Ley de Cambio Climático no tiene parangón. Esta ley, en virtud de la cual se prohibía la venta de vehículos Diesel y Gasolina, a partir del año 2040, favorece el uso de otras tecnologías, como los motores eléctricos para turismos.
Sin embargo los motores eléctricos no están lo suficientemente desarrollados a nivel de autonomía, como para atreverse a legislar a futuro, sin la certeza de que en el 2040, se va a poder prescindir de los motores térmicos (Gasolina y Diesel). Otro problema añadido es que no se ha tenido en cuenta a los principales actores del sector, como los propios fabricantes, , con lo que el recorrido de la propia ley, tenía un fin anunciado.
Fue la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, la que aseguraba que los coches Gasolina y Diesel seguirán siendo una realidad durante mucho tiempo: Lo que antes era prohibición se vuelve una transición a base de recomendaciones y que se refleja en un Paquete de Medidas por la Energía y el Clima hacia nuevos modelos de movilidad. En lugar de obviar a los actores del sector, como los fabricantes de automóviles agrupados en las asociaciones de fabricantes (Anfac), de concesionarios (Faconauto), de vendedores (Ganvam), de importadores (Aniacam) y de proveedores (Sernauto), se les lanza una llamada de complicidad al invitarles a participar en un consejo, nutrido también por los propios Ministerios de Transición Ecológica y de Industria, Comercio y Turismo.
Naturalmente, los actores nombrados creen muy positivo el cambio de actitud, para así revertir el cambio de tendencia negativo en el número de matriculaciones, registrado porel sector, fruto de la confusión y la desinformación.
Yo tenía la certeza que el cambio de tendencia en las emisiones de CO2 y NOx, no pasaba por prohibir, sino por revertir el paulatino envejecimiento de nuestro parque, verdadero fruto del alza de esas emisiones automovilístico, en forma de ayudas al sector, y a los conductores, sin demonizar los motores térmicos. Y aún apuntaría más alto, a que esas medidas de transición pasen informar a los conductores, que los actuales motores Diesel cumplen sobradamente con la legislación vigente en materias de emisiones, como es la Euro 6 d Temp, y con el nuevo ciclo WLTP, con un nuevo cálculo de las emisiones teniendo en cuenta los patrones de conducciones actuales, y con la mirada puesta en evitar los fraudes para homologar valores de emisión más bajos, cosa que permitía el antiguo ciclo NEDC, originario de los años 70, y completamente obsoleto en cuanto a materia de hábitos de conducción del ciudadano europeo actual.
Sí, es muy positivo el cambio de actitud del Gobierno Español, pero el daño perpetrado al sector, ha sido descomunal: los cambios de legislación en los patrones de cálculo NEDC al WLTP, no ha hecho más que crear la tormenta perfecta dentro del sector:
descenso en seco de la demanda de motores Diesel , y falta de oferta de motores de Gasolina, y retirada de motores que incumplían los ciclos WLTP. O bien, sencillamente, presentaciones de nuevos modelos que han tenido que retrasarse hasta que esos motores no cumplieran esos ciclos de cálculo de emisiones WLTP…..
El detrimento de las ventas está al orden del día (en el mes de Junio del 2019 se ha vendido un 13% menos que en el mismo periodo que el año pasado): Sobre todo, a nivelde oferta y demanda de según que tipos de motores, provocando un parón, en seco, en laventa de modelos equipados con motor Diesel, creando un excedente de éstos muy importante, mientras la oferta de aquellos equipados con motores de gasolina, es muy inferior a la demanda, creando una colapso en el sector.
¿Alguien da más, señores?